Mis queridos amigos
Esta publicación este dedicada a Jaime Mendoza o como todos lo conocemos como Bob Esponja.
En los años que vivimos en el Matos Pacheco tuvimos un amigo, un confidente y un profesor, ese profesor que se dedicaba a enseñarnos la matemática y aun que a mucho de nosotros no le entrabamos o no le entendíamos el nos ayudaba y nos facilitaba cada una de esas enseñanzas.
En muchas ocasiones le hicimos la vida de cuadritos o lo sacábamos de onda, o simplemente nos capiabamos y después le íbamos a hablar para que no nos dejara en retrancas y cuando ya nos dejaba en retrancas siempre le hablábamos para que no ayudara y la verdad trato de ayudarnos todo el ciclo escolar y no lo aprovechamos, pero así fuimos casi todos los jóvenes en la pubertad.
Hoy nos vemos afectados pro su enfermedad, hoy se nos llenan de lagrimas al recordar todos esos días en donde su entusiasmo y su alegría nos contagiaba a todos, realmente es muy duro el saber que una persona que sabe mucho y que es entregada a su profesión, a su vocación, entregada a lo que le gustaba, hoy la veamos postrada en una cama, en lo personal me parte el corazón al verlo, muy lejos que mi padre murió de lo mismo, me duele por que siempre que el me miraba siempre me preguntaba que por que no seguí en la universidad, siempre me decía que no fuera mula, la verdad siempre me animo a seguir adelante, me imagino que a muchos de ustedes también se los dijo, verlo de esa manera me hace recordar que hay un Dios que tiene un propósito el cual nosotros como seres humanos no lo comprendemos o no queremos comprenderlo.
Hoy tenemos en nuestras manos el poder ayudarle y poder hacerle pasar sus días felices y que se sienta querido por nosotros los que somos sus hijos adoptivos, hoy es momento de poder devolverle el amor que nos dio durante 3 años y mas, hoy es momento que podamos brindarle lo que este en nuestro alcance, hoy es momento de decirle que lo queremos y que le deseamos lo mejor.
Con el paso del tiempo he aprendido que nunca es tarde para poder expresar lo que sentimos, es el momento en donde debemos dejar que nuestros sentimientos salgan a flote.
En lo personal espero que el profe siga mejor y que Dios le de el animo y la fortaleza que necesita el y su familia.
En los años que vivimos en el Matos Pacheco tuvimos un amigo, un confidente y un profesor, ese profesor que se dedicaba a enseñarnos la matemática y aun que a mucho de nosotros no le entrabamos o no le entendíamos el nos ayudaba y nos facilitaba cada una de esas enseñanzas.
En muchas ocasiones le hicimos la vida de cuadritos o lo sacábamos de onda, o simplemente nos capiabamos y después le íbamos a hablar para que no nos dejara en retrancas y cuando ya nos dejaba en retrancas siempre le hablábamos para que no ayudara y la verdad trato de ayudarnos todo el ciclo escolar y no lo aprovechamos, pero así fuimos casi todos los jóvenes en la pubertad.
Hoy nos vemos afectados pro su enfermedad, hoy se nos llenan de lagrimas al recordar todos esos días en donde su entusiasmo y su alegría nos contagiaba a todos, realmente es muy duro el saber que una persona que sabe mucho y que es entregada a su profesión, a su vocación, entregada a lo que le gustaba, hoy la veamos postrada en una cama, en lo personal me parte el corazón al verlo, muy lejos que mi padre murió de lo mismo, me duele por que siempre que el me miraba siempre me preguntaba que por que no seguí en la universidad, siempre me decía que no fuera mula, la verdad siempre me animo a seguir adelante, me imagino que a muchos de ustedes también se los dijo, verlo de esa manera me hace recordar que hay un Dios que tiene un propósito el cual nosotros como seres humanos no lo comprendemos o no queremos comprenderlo.
Hoy tenemos en nuestras manos el poder ayudarle y poder hacerle pasar sus días felices y que se sienta querido por nosotros los que somos sus hijos adoptivos, hoy es momento de poder devolverle el amor que nos dio durante 3 años y mas, hoy es momento que podamos brindarle lo que este en nuestro alcance, hoy es momento de decirle que lo queremos y que le deseamos lo mejor.
Con el paso del tiempo he aprendido que nunca es tarde para poder expresar lo que sentimos, es el momento en donde debemos dejar que nuestros sentimientos salgan a flote.
En lo personal espero que el profe siga mejor y que Dios le de el animo y la fortaleza que necesita el y su familia.
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